miércoles, 26 de enero de 2011

EN EL BRASIL

Emigré al Brasil en el año 1958, todavía no se había abierto la emigración hacia Europa, y era el único país al que se podía ir sin ser reclamado por familiares, o lo que es igual “sin papeles”. No tuve problema alguno para encontrar trabajo ya que era técnico en radio y televisión, por haber hecho un curso por correspondencia. A los pocos días veo un periódico en un quiosco y me llamo la atención por las opiniones que reflejaba, aunque con cautela, sobre la dictadura en España. Escribí una nota al periódico, deseando contactar con ellos y en el próximo número me contestaron dándome una cita, y así comenzó mi militancia en el partido comunista de España en el exilio.                 
Como ya dije en el articulo anterior (esos que yo intercalo cuando encuentro un tema de actualidad) leí el libro que publico el economista Josué de Castro “Geopolítica da Fome”, en el que se refería a una reunión celebrada en Ginebra a la que asistieron numerosos científicos, estudiosos de los temas relacionados con el crecimiento demográfico en el mundo; no faltaban allí los partidarios de las guerras, como método de control de la población mundial, que fueron contestados alegando que durante las guerras, a pesar de los muertos en ellas, la población crece más deprisa que en tiempos de paz.
La intervención más aplaudida según Josué de Castro, por ser la que científicamente aporto pruebas muy convincentes, fue la que un equipo encabezado por un ruso (no recuerdo el nombre) expuso de la siguiente manera: -Estamos al lado del lago Leman y si metiéramos a toda la humanidad en él, las aguas solo subirían 15 centímetros, y ¿decís que la Tierra esta superpoblada¿ Y terminaba la intervención afirmando que si se utilizaban los métodos agrícolas del Japón, las tierras actualmente roturadas podrían alimentar a 20.000 millones de habitantes, y que además podrían roturarse muchas más.
Digo esto porque son muchas las voces que se oyen hoy de, algunos que tratan de culpar de la crisis al exceso de población, en vez de a la (llamémosle así) dictadura de los bancos, que nos imponen por encima de los gobiernos de cualquier signo.
También hay que señalar que el hambre no es solo de comer y que los intereses del sistema que conocemos como capitalismo salvaje, están agotando otros recursos como el petróleo y los bosques, con lo que adelanta en muchos años la próxima glaciación.
Los cinco años que pasé en el Brasil, si tuviera que reflejar todos los momentos vividos con intensidad y entusiasmo, sobre la campaña de solidaridad con los presos políticos en España, que era a lo que nos dedicábamos fundamentalmente la organización del PCE en el exilio, sería demasiado extenso este capitulo, baste con señalar que en Sao Paulo se celebraron dos “conferencias latino americanas pro amnistía para los presos políticos españoles”, y al igual que le ocurre a Lula la prensa no colaboraba con nosotros; precisamente yo lleve los comunicados que diariamente lanzaba la organización de la conferencia pro amnistía, al principal periódico “O Estado de Sao Paulo” “o estadon” como llamaban los brasileros, sin que se dignase publicar una sola línea al respecto. Cuando faltaban tres días para la inauguración de la conferencia, aparece en primera plana y en grandes titulares “Juscelino Kuvischek prohíbe la conferencia pro amnistía para los presos políticos españoles”. Esa noticia nos colmo de contento pues era la primera que publicaba dicho rotativo, que respondía mejor a las exigencias del embajador español, sin embargo la noticia garantizaba el éxito de la difusión universal de la conferencia pro amnistía. Seguidamente nos movilizamos y la Unión  Estadual de Estudiantes de Sao Paulo en asamblea manifestaron que la conferencia se hacia en su sede aunque tuvieran que defenderse cuerpo a cuerpo con la policía. La reacción de los sindicatos fue similar, se reunieron todos y redactaron un comunicado conjunto, que un vereador (diputado) se desplazo hasta Brasilia a las diez de la noche en un avión fletado expresamente, para plantear al presidente de la republica la protesta masiva de los sindicatos y la convocatoria de huelga general si en el Brasil no se permitía defender a los presos políticos españoles. Resultando que al día siguiente y también con grandes titulares, el mayor rotativo de América del sur publicaba “Juscelino Kuvischek permite que se celebre la conferencia pro amnistía para los presos políticos españoles “.  
La difusión de esta conferencia fue universal, tanto es así que estando yo en Río de Janeiro organizando las charlas que Marcos Ana daba en todos los sindicatos al poco de salir de la cárcel, se presenta en la delegación “Por La Paz” donde yo pasaba todos los días, un comunista iraquí que se fue al Brasil, para aprender de los españoles como se hacía la campaña de solidaridad con nuestros presos políticos, acababan de fusilar a diez mil comunistas en Bagdad, por orden del coronel Aref; y yo que iba a esa delegación precisamente para ver si era posible una entrevista de Guardiola (representando al partido comunista de España en toda Latinoamérica) con el ministro de relaciones exteriores del Brasil, sobrino de Valerio Conde que era el representante de la comisión “Por la paz”, le digo que nos hacíamos los pesados insistiendo un día y otro hasta que por fin conseguíamos el objetivo propuesto.
Marcos Ana con 23 años ininterrumpidos de cárcel (entro con 19 y salió con 42)  fue uno de los presos políticos españoles que obtuvo la libertad gracias a las campañas de solidaridad que se organizaban en todo el mundo y precisamente por eso y por el compromiso que adquirió con sus compañeros de cautiverio fue al Brasil para agradecer a los brasileños las campañas pro amnistía que se habían hecho allí. Fue recibido por el parlamento de Niteroi que quiso retratarse con Marcos Ana en las escaleras a la entrada del parlamento, se celebro una fiesta en su honor en una sala de Niteroi y me impresiono mucho el ver como una joven remangando el vestido pedía para los presos políticos españoles, llenó el regazo de billetes de poco valor pues no eran adinerados los asistentes.
El acto que mas me impresiono fue la charla que dio el poeta Marcos Ana en el sindicato de los pescadores donde recitó alguno de sus poemas y al final les contó la historia de Ana Faucha, una viejecita del sur de España que sola y sintiéndose cercana a la muerte deseaba ver a su hijo que estaba en la cárcel de Burgos, y así andando por las vías del tren durante muchos días, por fin llego a la cárcel con un pequeño fardo de cosas que por el camino le daban y que pretendía dárselo a su hijo preso; se acerco a la ventanilla de la prisión y pregunta si puede ver a su hijo, le contestan que esta en celdas de castigo y que no puede verlo ni recibir nada de fuera, ella no podía comprender eso y, todos los días insistía en la ventanilla preguntando por el y siempre obtiene la misma respuesta; no se sabe cuanto tiempo resistiría la pobre madre intentando ver al hijo, pero llegó la nieve y un día amaneció muerta de frío en una cuneta abrazada al pequeño fardo.
Observando a la concurrencia, vi como aquellos pescadores de caras arrugadas y quemadas por el salitre y el sol lloraban a lágrima viva, impresionados por esa historia, que imaginaba se agrandaban a mis ojos, eran los mismos que el día anterior cuando yo iba al sindicato para preparar la charla de Marcos Ana, había visto sentados en el suelo junto a una pared del dique comiendo un plato de arroz sin cuchara, hacían unas bolas con los dedos y las metían en la boca, reflexionando sobre esto, creo que las personas humildes son más sensibles que los demás, más humanas, comprenden mejor los sufrimientos ajenos.
Unos meses antes de estos episodios, tuve que operarme de una ulcera en el estomago, por la seguridad social naturalmente, y, me preguntan en una oficina ¿de que religión es? Yo conteste, de ninguna, ¿es bautizado? Si, entonces es católico, y me mandan a un hospital donde había una monja joven y bonita y un cura portugués de los demás no  recuerdo la fisonomía, al día siguiente me visita alguien que me dice “mañana va a ser operado vaya a confesar”.¿Es obligatorio? No. Entonces no voy, mas tarde vino otro con la misma embajada, y conteste lo mismo, y ya por la tarde alguien me dijo si no vas a confesar viene el cura a confesarte aquí, entonces acepte a ir y me hice el propósito de confesar la verdad, me acerco al confesionario y la primer pregunta por formula es ¿Qué tiempo hace que no confiesa? Unos veinte años aproximadamente. ¡Como¡ ¿la juventud en España no va a misa? Yo no voy a misa ni quiero saber nada con la iglesia, por ser el principal apoyo de la dictadura de Franco. Sabrá que la operación es difícil y puede morir. No hice nunca mal a nadie y tengo la conciencia tranquila, si tengo que morir moriré tranquilo. Sabrá que a los del seguro los operan los ayudantes y no todos quedan bien, pero a usted lo voy a recomendar yo para que lo opere el director. Gracias le conteste sin creer lo que me decía. Pero me operó el director y cuando desperté de la operación fue personalmente a verme a la cama. Después a los pocos días la monja me miraba la cicatriz y me iba quitando todos los días algún punto, y antes de marcharme insistía en que tenia que ir a misa, tuve que prometerle que iría dentro de unos días; promesa que nunca cumplí. Era la primera vez en muchos años que fue decayendo mi fiero anticlericalismo. ¿Sería el cura de izquierdas? ¿Creería de verdad en Dios y temía que si me moría armaría la marimorena allá arriba?

jueves, 6 de enero de 2011

NO SE VE PERO SE NOTA


Podría ser este el titulo de un artículo sobre la crisis, que con tanto coche tantos espectáculos de masas caros y tanto gasto superfluo, no aparecen los que están en crisis que, o no están o no se les ve ni por las tiendas de rebajas ni por otras tiendas de ropa, seguramente porque remiendan los pantalones y no comen turrón, no es que se hayan vuelto invisibles, ellos existen porque se nota la crisis, y están en crisis como los únicos que la padecen, sin ellos no existiría la crisis, entonces podemos decir “que se mueran”, (aplicando el maltusianismo) y así acabamos con la crisis. Se nos olvidaba un detalle, si se mueren y dejan de consumir lo poco que consumen, la crisis se agravaría aún más, entonces diremos “que no se mueran” (aplicando la teoría del desarrollo sostenible) lo que de alguna manera explicaba el economista brasileño Josué de Castro, en un libro que se titulaba “Geopolítica del hambre”, pero para que no se mueran tenemos que darles dinero para que compren cosas, porque como están en paro y no ganan nada muchos de ellos, ¿que comerán y que vestirán y donde vivirán si no pueden pagar la hipoteca muchos de ellos? ¿Debajo del puente? No me aclaro, la prensa habla de las ganancias que tuvieron los bancos, y las empresas fuertes, que cada año ganan más y encima suben el precio de la electricidad para que se den coscorrones los pobres, con la luz apagada, y sube el butano que es con lo que cocinaban hasta ahora, y tendrán que comer simplemente templada la sopa, mejor dicho el caldo que es a lo que alcanzan unos cuantos.