martes, 9 de agosto de 2011

DE NUEVO CON LA POLICIA FRANQUISTA

No recuerdo con motivo de que habíamos  recogido unas cuantas firmas, y acordamos al gobernador civil para ver si era posible negociar una huelga en la minería que duraba unos tres meses, y allá que fuimos los tres a Oviedo y pedimos audiencia al gobernador en nombre de tres industriales de Gijón, nos recibe el secretario ya que el gobernador estaba de viaje, le presentamos las firmas supuestamente para que  atendiera nuestras peticiones de solucionar dicha huelga, y llego un momento en que colérico se levanta y dice ¿que quiere que negociemos con comisiones obreras? Y yo le contesto con quienesquiera que sean, esta visto que el sindicato vertical no sabe cuando empieza ni cuando acaba una huelga. Y aquí termino la entrevista. Después fuimos a ver al obispo Monseñor Tarancon y también en nombre de tres industriales de Gijón fuimos recibidos por él, le hablamos de la huelga y manifestó su preocupación, ya que desde ayer estaban encerradas en la catedral l8 mujeres de mineros, le planteamos la necesidad de que la iglesia se manifestara con un comunicado que nosotros nos ofrecimos a difundir, entonces se levanta, todos nos levantamos, se acerca a la puerta del salón y deseándonos suerte nos despide muy diplomáticamente, antes le preguntamos si podíamos visitar a las mujeres encerradas y dijo que por supuesto podíamos, la catedral estaba siempre abierta a todos, y allá que nos fuimos, en principio las mujeres creían que éramos policías, pero una me conoció y acercándose me pregunta si yo soy el que trabaja con Samuel, le dije que sí y entonces me dijo estamos todas resfriadas, si nos trajeses algo caliente, y allá que nos fuimos a restaurante La Gran Taberna, nos rascamos los bolsillos y pedimos lo que pudiera alcanzar para que comieran algo caliente, y el dueño dice que alcanza para una sopa y un filete con patatas fritas para cada una, nos ofrecimos para llevarlo y contesta que lo llevan los camareros. Y así terminaría la historia si volvemos para Gijón, pero a uno se le ocurre volver a la catedral por si se niegan a comer, y cuando llegamos a la catedral nos estaba esperando la policía y nos detienen, en esto llegaban los camareros con una perola de sopa y la policía les dice que allí no es un restaurante, pero se encogieron de hombros y pasaron.

Nos llevan a comisaría, y a mi me toco de nuevo el mismo policía que nos había interrogado en Gijón, sobre la mesa de forma bien visible estaba el libro se Santiago Carrillo, DESPUES DE FRANCO QUE  al que yo miraba con mucho interés, aunque ya lo había leído. Cuando volvió a sentarse frente a mi me pregunta ¿tu que coño eres, socialista, comunista, o anarquista?. ¿Qué opinas de Checoslovaquia?. Soy español y a mi cualquier régimen que utiliza el palo para convencer no me va.  Y así termino la entrevista.

Nos meten en unas celdas inmundas, sucias que no podías sentarte en ningún lado, y en esto siento a mi hija llamarme, papa, papa, y creo que salieron unos policías  que casi detienen a mi mujer y a la hija. Cuando se estero Pepe Cansinos dueño del bar Niza, nos manda unos bocadillos y una manta para cada uno. Al día siguiente nos llevan ante un juez que por cierto no se presento pero ya había decretado prisión, y de allí a la cárcel modelo.

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