Yo fui uno de los fundadores del Centro Asturiano se Sao Paulo, pertenecía a la directiva cuando asesinaron a Julián Grimau y propuse durante un acto que había, que se guardara un minuto de silencio como homenaje a Julián Grimau, y un leones que me prometió hacer ese llamamiento no cumplió su palabra. Yo escribí una carta que junto a mi dimisión leí ante la junta directiva, en aquella carta decía más o menos lo siguiente: Presento mi dimisión porque habéis convertido el Centro Asturiano en un simple aparcadero del túnel de la Perruca , en todo el mundo se celebraron actos de desagravio al partido comunista de España menos aquí, lo que es una vergüenza para todo asturiano de corazón.
Entonces el presidente, un tal Marcelino vecino que fue de Turbia me dijo ¿sabes con quien estas hablando, con uno que estuvo en la cárcel cinco años, y yo le conteste: eso fue una equivocación de Franco, si supiera quien eras te habría dado la medalla de Isabel la Católica.
Cuando salí para el salón y comento con los asistentes todo esto dice Rodrigo (el pobre Rodrigo que perdió una hija que cayó desde un 11º piso en la calle Marques de San Esteban de Gijón) dice: Ese estuvo en la cárcel por robar un gochu. La salida mía del centro Asturiano sirvió para que echaran al presidente Marcelino que fue sustituido por el hijo de Luís ahora no recuerdo el nombre, y por varios comunistas, que suplieron con creces la labor que yo hacia allí.
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