lunes, 2 de enero de 2012

Empezando por Ángel Rubio Ballesteros, diré de él que era el hombre más trabajador, más valiente y más responsable como muchos de los que conocí, era digno de admirar. Había estado en Rusia con la primera mujer, de la que tiene un hijo Antonio, y varios más con la segunda, Ángel estaba en la sociedad Asturiana Leonesa, fue durante muchos años presidente de la Cultural Gijonesa, y cuando desaparece La Unión de Repúblicas Soviéticas, se le vino el alma al suelo, y no levanto más cabeza, tuvo que ser operado del estomago en el hospital de Jove, yo le hice una visita, quise animarlo diciéndole que no se había perdido nada, que los verdaderos comunistas volverían a tener el poder en Rusia, pero nada, por más que los hijos trataban de animarlo a comer siquiera una sopita, se negó totalmente a probar bocado y murió por falta de alimento.

 Antonio Fombona, pariente lejano mío, fue un niño que cuando zarpaba el barco con refugiados, entre los que iba su padre, se metía al agua instintivamente; siempre intercedía por mi cuando me detenían, me informo como habían matado a Cristino García a palos en la comisaría, que después lo llevaron al Pronto Socorro y les dijeron que no aceptaban cadáveres.

Ángel León era un responsable político de Gijon con mucha perspectiva política, cuando nace el sindicato CCOO, comento conmigo, que nacía mal por que la cuota no debiera ser voluntaria  sino fija y a descontar en nomina, pues sino le auguraba un mal futuro y así fue, con el sistema asambleario una elite de mandos sindicales barrieron para si por el sistema proporcional  y no lineal al aplicar las subidas salariales , se podría decir que esas medidas tan injustas y tan insolidarias son las culpables de la crisis que padecemos hoy.

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