sábado, 13 de noviembre de 2010

NI CAMBIO, NI RECAMBIO

¿Qué se puede decir hoy, después de oír al gobierno y a la oposición, adornándose con flores emplumadas, sendos discursos sobre el estado de la nación?
Nada que pueda definir la sensación de estar todos en las nubes; porque ninguno fue capaz de analizar ni proponérselo si quiera, cuáles son las diferencias que tenemos con el resto de los países europeos, para después proponer alguna solución a la grave crisis que padecemos.
Porque padecemos una crisis dos veces superior a la de los demás países si la medimos por el paro generado, y no es que los efectos del sector inmobiliario tengan una magnitud dos veces superior, ni que el sector bancario necesite un trato diferente, porque ninguna de esas cuestiones es mucho más grave aquí que en los otros países, para que el paro haya aumentado el doble. Entonces, tiene que haber otras causas que produzcan esos  efectos.

¿Se aprecian diferencias en el sistema productivo?. ¿Los salarios son equivalentes?. Si hay diferencias ¿pueden ser la causa por la que creció el paro aquí el doble que en otros países?. Se oyen voces diciendo, “no hay diferencias”, "los salarios en España son aproximadamente iguales", "el empresario español paga el mismo porcentaje en el capitulo de los salarios", y alguien  les contesta, "eso es cierto, pueden pagar la misma cantidad por la fabricación de los mismos artículos", pero esa cantidad se distribuye en España de forma diferente, y, aquí está el meollo de la cuestión, si el abanico salarial en España se abre del uno al veinte y en el resto de Europa del uno al diez, las diferencias salariales son mucho más pronunciadas aquí.
¿Y que tiene que ver eso con la crisis, si el coste de la mercancía es igual aquí que en el resto de los países? ¿Dónde ves tú el problema?. La respuesta es de cajón. Una mercancía solo se aprecia su valor cuando se vende y esa mercancía en España solo la pueden comprar la mitad de los obreros que la fabrican, el resto sigue sin poder acceder a ella, mientras que en los países donde el abanico salarial es de uno al diez, puede decirse que todos los obreros de la fabrica pueden adquirirla.
La subida de los precios del año 2008 agravó mucho más nuestro problema, pues si suben  los precios de los artículos de primera necesidad, serán muchos más los que aguantaran con las alpargatas rotas, el vestido remendado y sucio, por lavarlo sin jabón, y les olerá el aliento por falta de un dentífrico o un cepillo para los dientes. La industria se resiente por ello y despide personal en la misma proporción que disminuyen las ventas.

Nos pintas una España tercermundista y yo prefiero la que canta y baila celebrando la victoria de la selección española en el mundial de fútbol, si, también yo prefiero verla así.
- ¿Qué hora tienes? Preguntó, (después de mirarse la muñeca sin el reloj que había empeñado dos días antes).
-  Las ocho. Se me hace tarde, hasta mañana. Y se fue andando hasta la cocina económica para cenar. No era imaginación fantástica el panorama que había presentado, sino la realidad pura y dura.

Mientras tanto seguían llamando reforma laboral a unas medidas que no mejoraban en absoluto estas diferencias con el resto de Europa. Desgraciadamente seguiremos sin una solución efectiva de la crisis, tanto el gobierno como toda la oposición demuestran que no ven más allá de sus propias narices. ¿O será que no lo quieren ver?

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